martes, 18 de agosto de 2009

Adiós Sergio


Hace un mes que saltaste. Quien sabe cuál sea ahora tu aventura, pero con seguridad no extrañaras el calvario de tus últimos días encarnado.
Nunca me tuviste tan cerca, nunca te sentí tan próximo como al final. No sé si lo descubriste (a él, al único), pero espero que sí. Como diría Cioran, en ese estadio de soledad, lo que debió chocarte fue la imposibilidad de entenderte con otro que no fuera Dios.
Recuerdo que el día del salto, pensando en ti, me leíste un fragmento de El Aciago Demiurgo “Batallador y polemista por naturaleza, ya no batalla ni polemiza; por lo menos, con los demás. Los golpes que les estaban destinados se los asesta a sí mismo y es él mismo quien los encaja. Su yo es diana. ¿Su yo? ¿Qué yo? Ya no hay a quien golpear: ya no hay víctima, ni sujeto, nada más que una sucesión de actos sin agente, un desfile anónimo de sensaciones… ¿Un liberado? ¿Un fantasma? ¿Un pingajo?” Para mí, esa lectura es ahora la prueba de tu liberación.
Voy a repetir acá tu obituario.
“Ayer, Don Rodolfo me pidió que dijera algunas palabras en nombre de los amigos de Sergio.
Anoche, durmiendo en la cama de Sergio, abracé la almohada imaginándome que era él y le pregunté lo que le gustaría que dijera. No se si soñando, inmediatamente me bombardeó con una cantidad de chismes y de historias… “pa verles la cara” me dijo, y me eché a reír.
Siempre descarado, impertinente, decía lo que pensaba y opinaba sin contemplaciones. Así era Sergio, muchas veces imprudente, pero casi siempre cargado de un humor, una agudeza y una inteligencia que nos desarmaba y nos ponía de su lado. Nos hacía reír, nos llenaba de vida, sin importar que la suya se estuviera desvaneciendo en medio de una enfermedad implacable que no le daba tregua.
Ahora Sergio descansó, se nos fue a vivir una nueva aventura, emprendió el gran viaje.
Nos quedamos con el recuerdo de un ser especial que tenía el poder de iluminar nuestros días oscuros, que seguirá vivo en nuestra memoria y nuestro corazón y en tantas cosas que entre cuento y chiste nos enseño. Un ser auténtico, único, que confiamos podamos reencontrar el día que emprendamos nuestro propio viaje.
Sergio, te amamos “


LA JEUNESSE BLANCHE (Cavafis, enero 1895)
Nuestra amadísima, blanca juventud,
¡ah nuestra blanca, inmaculada juventud,
sin barreras y a la vez tan breve,
extiende sobre nosotros sus alas como un arcángel!...
Por entero se consume, por entero ama;
desfallece y se esfuma en los horizontes blancos.
¡Ay, allí va y se pierde en los horizontes blancos,
se va para siempre!

Para siempre, no. Volverá,
regresará, volverá.
Con sus miembros blancos, su gracia blanca,
llegará nuestra blanca juventud a poseernos.
Con sus manos blancas nos tomará,
y con la blancura de un tenue sudario,
con la blancura de un blanquísimo sudario
nos cubrirá.

martes, 3 de julio de 2007

¡VIVA PATRICIA!



Hoy la muerte se llevó a Patricia.


Fuí muy feliz con ella.


Su dulzura me acompañará para siempre.


mahhhhhhhhhhhh


ADIOS



"La blanca palomica

Al arca con el ramo se ha tornado,

Y ya la tortolica

Al socio deseado

En las riberas verdes ha hallado."




viernes, 30 de marzo de 2007

Gracias a la muerte… que me ha dado tanto.



















Cómo diría Jodorowsky “por esa extraña danza de la realidad” me encontré hace algún tiempo con la muerte. Ya me habían hablado de ella pero su verdadero rostro, a pesar de que siempre estuvo cerca, me era completamente extraño. Hasta que un día los niños santos de María Sabina me la presentaron. Mirándome con mis propios ojos, desde un espejo, desprevenidamente me dijo hola. Luego, durante algún tiempo el horror me impidió escucharla, pero cuando me rendí exhausto, finalmente en silencio escuché: …¡cuantas maravillas!…¡cuanta gracia!.

Con el tiempo, la cotidianidad me distrajo. Su compañera, la enfermedad, me sorprendió entonces y me llevó nuevamente a su encuentro. Desde entonces sé que ya no puedo vivir sin ella.

“la muerte tiene una manera de poner en orden tus prioridades…El señuelo de la vida orgánica tiende a ser disipado por la sobriedad de la experiencia de la muerte”.
E.J.Gold

lunes, 4 de diciembre de 2006

PILOTO AUTOMÁTICO


Escuché de repente la llamada del Taita a sus ayudantes:

-Vengan y agarren al paisanito.

Me sujetaron de pies y manos contra el piso mientras él, cantando y bailando, hacía círculos en el aire con su sahumerio sobre mi cuerpo. Reaccioné sin temor, pero no comprendía bien por qué lo hacían. Solo recordaba que un minuto antes, estaba yo ahí, fundido, pleno, completo.

Por la mañana, cuando el yagé me había abandonado, me desperté acurrucado por el frío en el suelo de una maloka Kofán construida por blancos en un páramo cerca a Bogotá. Un par de amigos que me acompañaban insistían en convencerme de que, literalmente, me había elevado durante la pinta. El Taita los interrumpió y me dijo:

-Estabas bien chumado ¿no?, a lo mejor a vos la serpiente quería mostrarte algo, pero verás…

solamente debe ir tu cabeza… tus pies deben quedarse en el suelo.

Entonces, ¿era cierto lo que me decían? Inmediatamente recordé las historias de la Chilita, una longa vieja y curtida que vivía en la casona de mis abuelos en Gualmatán cuando yo era un niño. Muy seria y misteriosa me contó que un día, comenzando el siglo pasado, ella vio a Nectario, mi tío abuelo, flotar en el aire por varios minutos, elevarse “despacitico” hasta el techo y luego descender, mientras rezaba en la habitación de Josefina, mi bisabuela muerta unos días antes. Nadie le creyó, ni siquiera él, hasta que años después sucedió nuevamente, pero esta vez en presencia de la familia, en medio de un sopor durante su agonía.

Me sorprendí con la posibilidad de levitar sin darme cuenta. De pronto dormido, en el chill out de algún rave o durante un buen polvo…quién sabe. Parecía obedecer entonces a un estado particular de la conciencia.

Pero, ¿fue realmente cierto lo que le sucedió a mi tío abuelo? ¿Tenía esto alguna relación con mi experiencia? Y,si era así,¿existía algo en nuestra naturaleza que nos hacía volar? En ese momento no lo entendía pero ahora creo saberlo.

Lo único que con certeza me relacionaba con Nectario era el parentesco, pero, ¿podía este hecho explicar lo que pasó? ¿Obedecía el fenómeno solamente a los genes o a la influencia de fuerzas olvidadas o desconocidas? No conocía las repuestas. Decidí viajar a Gualmatán y hacer algunas preguntas. Hablé con algunos miembros de mi familia, especialmente con los más viejos y, sin comentarles lo sucedido, les pedí información. Algunos creían en esas historias, pero no me dijeron nada nuevo. Sin embargo, mencionaron un detalle importante sobre el origen de la familia que yo había pasado por alto. Ésta es mi única pista: Mi familia desciende de un bastardo, el hijo natural de un español enfermizo y descentrado que llegó a estas montañas del sur a mediados del siglo dieciseis y cuyo nombre era Pedro de Ahumada, hermano menor de Teresa de Ahumada, más conocida como Santa Teresa de Jesús, de la que muchos aseguran que también volaba.

TOP 60 "Die fliegenpein o El suplicio de las moscas" (Elias Canetti)




1- He ido a parar a un laberinto formado por las ideas más extrañas, quizá porque no he temido exponerme a esta época, quizá por fanfarronería, por una especie de convicción juvenil de que era posible superarla intelectualmente incluso a ella; pero, sea cual sea la razón, ahí esta el laberinto, y yo en medio, y debo encontrar una salida tanto para otros como para mí.

2- Un dios tan diminuto que se deslice en cualquier criatura.

3- El alma es múltiple, pero le gusta pasar por simple.

4- Un dios que no crea a los hombres sino, que los encuentra.

5- Una religión que prohibiera los rezos.

6- El más religioso es el que no se deja disuadir de la muerte.

7- En la mayoría de las religiones, el hombre finge humillarse para saltar luego furioso y con alevosía hacia lo alto.

8- Una experiencia espiritual excesiva requiere un periodo de gestación; no se puede aprender impunemente, lo aprendido tarda en ser olvidado, y sólo lo olvidado emprende caminos nuevos.

9- Lo malo no es ser algo, sino pasar por ello siempre.

10-La importancia de un espíritu debe medirse por el número de años que es capaz de perder.

11- A medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez.
Lo que se desarrolla en línea recta y es predecible r
esulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido y, sobre todo, el lateral.

12-El futuro siempre es falso: influimos demasiado en él.

13-Nada me resulta tan insoportable como la mecánica del pensar. Por ello quiebro su avance a cada frase.

14-En los días hermosos se siente demasiado seguro de su vida.

15-El que quiere pensar debe renunciar a buscar adeptos.

16-Dios se ha extraviado. Ahora todos le llaman a la vez desde todas partes.

17-Se esfuerza por saber cada vez menos, y para eso tiene que aprender un montón.

18-Ha predicado tanto que ya no cree en nada. - ¿Cuántas veces puede uno proclamar su fe sin ponerla en peligro? Encontrar la relación.

19-La evolución de una persona consiste fundamentalmente en las palabras que desecha.

20-Yo: la palabra tajante.

21-A menudo enferma gravemente para convertirse en otra persona, y , decepcionado, sana.

22-Cuando dice que sólo cree en la metamorfosis quiere decir que se ejercita en la evasiva, sabiendo a ciencia cierta que él aún no escapará a la muerte, aunque otros, tal vez, algún día otros…

23-Que ridículo querer ser amado y conocerse.

24-La forma de los órganos del cuerpo de una persona se expresan en sus sueños, y el soñador, sin saberlo, deambula dentro de sí

25-El latido de Dios en nosotros: el miedo.

26-Resulta difícil calar en los demás y permanecer intacto.

27-Mientras siga habiendo ramas del saber ajenas al experimento, estará justificada la esperanza.

28-Todos esos sentimientos inútiles, como los de los animales antes de ser sacrificados.

29-Deberían llamarse amigos sólo aquellos que averigüen los años que les quedan por vivir para luego repartírselos equitativamente.

30-Mucho más que objetivos, lo que se requiere para vivir es un semblante.

31-Espera poder seguir viviendo en todas las imágenes excitantes que ha conocido.

32-¡Cuantas palabras gastamos y cuán pocas son nuestras!

33-Eliminar las palabras enfáticas. Que la idea misma sea vigorosa, y no la emoción con que la expresas.

34-Es fabuloso ser un loco cuando se es razonable.

35-Su vida es una búsqueda de todo lo invendible.

36-Hemos empleado mucho tiempo en echarle una mano a la vida, por decirlo de algún modo. Tal vez fuese tiempo perdido. Pero no puede ser de otro modo. La ligereza es sin duda, felicidad.
Me inclino ante la pesadumbre.

37-Una sonrisa que detenga la muerte.

38-El arte consiste en leer lo suficientemente poco.

39-Lo que más nos ha confundido ha sido la aparente funcionalidad de los organismos.

40-Una basílica de San Pedro llena de papas.

41-El no escribía sus novelas. Las caminaba.

42-“Sed parcos. No cantéis en la vida ni os lamentéis en la muerte” (Mo-Tse). También eso es chino. ¿Es que hay algo que no sea chino?

43-Si hubiera aprovechado el tiempo, no habría llegado a nada.

44-Las profecías que se cumplen son las que más desconfianza le inspiran.

45-La sabiduría del despertar. Tras el sueño, inmediatamente después, se piensa de otro modo. Fluctuante, menos grave, transparente, desinteresado, quedo.

46-Se le perdonan muchas cosas a causa de la mística palabra metamorfosis.

47-Lo inalcanzable en los animales: cómo te ven ellos.

48-Aprender de la historia que nada se puede aprender de ella.

49-La compasión ha de ser sobrecogedora, o no es tal. Por eso necesitamos la palabra piedad.

50-No deberíamos hacer de nuestra sensibilidad una virtud. Puede experimentarse, y conservarse tal como se ha experimentado. Pero no hay que adornarse con ella. El que se engalana con sus medallas termina por enviciarse. Necesita más y más sensaciones para mostrarlas, y, cuando no las encuentra, se las inventa, y así ocurre que lo que siente se vuelve selecto, quebradizo, mohoso.

51-Uno que, para no envejecer, viaja sin cesar.
Otro que, con el mismo propósito, permanece absolutamente inmóvil.

52-Ningún sueño es tan descabellado como su interpretación.

53-Se esfuerza en persuadir a los demás hasta que se aprovechan de él. Entonces ya puede despreciarles.

54-Quiere que le busquen para esconderse mejor.

55-las personas que conocemos hace demasiado tiempo estrangulan a los personajes que nos gustaría inventar.

56-No olvides que para algunos eres tan tonto como puede serlo para ti el más tonto de todos.

57-Todos los acontecimientos de mi propia vida, ya sean buenos o malos, me resultan algo molestos.

58-Busca desesperadamente gente de la que no sepa nada.

59-En la expectación con que te colma cada nuevo conocido sigues siendo un niño. En la decepción que le sigue no tardas en convertirte en un viejo amargado.

60-Se siente incómodo cuando alguien toma sus pensamientos al pie de la letra.